El reportaje de El País se titulaba "El libro, no sabe no contesta", y explicaba que Google ya ha digitalizado 7 millones de libros, y piensa aumentar esta biblioteca, a pesar de que se arriesga a pagar multas millonarias por no pedir permiso a los autores. Los párrafos más jugosos son estos:
"Desde Google, Luis Collado, directivo de la empresa en España y encargado de explicar bien el acuerdo, pide calma y visión. "Muchos se van a quedar en el camino si no se adaptan". Collado pide que el mundo editorial se mire en el espejo de las discográficas y el cine. "Deberían aprender de lo que ha ocurrido con esos sectores. Internet ya no es la jungla que hundió esos negocios, ha cambiado. Ahora se abren muchas oportunidades de negocio".
"Su empresa apostará por la conexión online. "Google Books ofrecerá los archivos en Internet y el usuario podrá bajárselos y leerlos o utilizarlos como le convenga, en su móvil, en su ordenador, en su libro electrónico". Eso no quiere decir que vayan a desaparecer los formatos tradicionales. El papel sobrevivirá, coinciden casi todos.
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Otro de los grandes problemas que deja al descubierto este conflicto es el del monopolio. Javier Celaya, experto en edición digital, alerta: "Con el nuevo panorama, Google está en disposición de crear un auténtico monopolio en la Red y eso es una barrera para el mercado". Un escenario en el que la empresa determina el precio de las descargas sin contar, entre otros, con quienes han colaborado en el proyecto: las bibliotecas. Ese frente amenaza ya con dar su guerra. Pero eso será otro capítulo. El de una novela que acaba de comenzar y cuyo final está abierto".
El Mundo por su parte dedicaba el suplemento tecnológico Ariadna a informar sobre los lectores electrónicos más populares y de la inevitable revolución del mundo editorial. El titulo: "Si Gutenberg levantara la cabeza se pasaría al libro electrónico".
Como sabe todo el mundo, en esos lectores electrónicos se podrán leer periódicos y dentro de poco serán aparatos flexibles, digitales, en color y con video.
Amigos, esto es imparable. ¿Los periodistas han escuchado la sirena de alarma o siguen embobados con cantos de sirena?
2 comentarios:
Aunque el canto de sirena sigue 'enamorando', creo que la profesión empieza a afrontar el reto.
Creo acertada la comparación de Luis Collado: a diferencia de la música o el cine, el periodismo, aunque tarde, ha sabido reaccionar y adaptarse al Nuevo Orden.
Es verdad que la profesión empieza a moverse. El problema es que lo está haciendo cuando el barco se encuentra en medio de un tifón.
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