Text-minator: no hay "salvation" para el papel

Arnold Schwarzenegger hizo lo siguiente en un colegio de Sacramento, California: cogió un montón de libros, los elevó y dijo: "Los puedo usar para mis biceps".

No va muy descaminado porque para eso quedarán los libros de texto una vez que se ponga en marcha el plan del gobernador de California de obligar a los chicos a estudiar con formatos digitales y acabar con los libros de texto. Ahora habrá que llamarle "Text-minator".

"Los libros de texto están acabados. Durante mucho tiempo hemos estado estudiando de la misma forma", dijo Schwarzenegger, cuyo gobierno se gasta cada año millones de dólares en financiar los libros de los chavales. El papel se va a acabar. "Nuestros chicos ya estudian bajandose información de Internet a sus iPods o por Twitter a sus teléfonos móviles", según informa The Times.

Y añadió: "Los chicos se sienten cómodos con sus aparatitos como yo lo estuve con mis plumas y lápices de colores. De modo que, ¿por qué los estudiantes de California tienen que ser obligados a estudiar con antiguos, pesados y costosos libros de texto?".

La respuesta no la quieren escuchar las editoriales de libros de texto, por supuesto, que cada año venden millones de dólares en libros "anticuados, pesados y costosos libros". Según los cálculos del gobierno de California, cada libro de texto cuesta a una familia entre 75 y 100$, es decir, cuatro y cinco veces más que un libro de literatura en tapa dura, y diez veces más que un libro electrónico.

Con un déficit de 24.000 millones de dólares, el estado más rico de EEUU quiere ahorrar por todos los rincones. Con esta medida de digitalizar los estudios, California es el primer estado de la Unión en dar un paso adelante en el uso de las nuevas tecnologías, que seguramente incluirá la adaptación a los e readers, aunque en las informaciones no se menciona en concreto cómo se van a digitalizar.

La medida ha suscitado un debate en las redes pues muchos se preguntan cómo van a financiar esa digitalización las familias pobres. Algunos responden que precisamente esa digitalización es lo que permitirá que los pobres no gasten dinero en cosas "antiguas, pesadas y costosas".