viernes, 24 de abril de 2009

Si leemos periódicos digitales, escuchamos música digital, vemos TV digital, ¿leeremos libros digitales?

Hemos pasado de leer periódico en papel a hacerlo en forma digital. ¿Algún problema? Cada vez hay más internautas que leen de esta forma. Prueba: elmundo.es tiene más de 21 millones de usuarios pero el papel decae.

Las últimas encuestas de lectura lo demuestran.

¿Motivo? Es gratis, es fácil, es masivo... y nos hemos acostumbrado. Los jóvenes crecerán leyendo periódicos electrónicos, no papel.

La música también ha evolucionado. Hace un rato me he comprado una canción de Ximena Sariñana por iTunes. Minutos antes, repito, minutos antes, me di de alta en iTunes. Compré la canción y ya la he escuchado 10 veces. He pasado del vinilo, al digital, y a descargarme ya música: 0,99 dólares me ha costado.

¿Y pasaremos del libro de papel al electrónico?

Tengo una biblioteca de unos 8.000 libros. La mayor parte la llevé al pueblo, y, como dice mi mujer, ahora estamos comprando libros repetidos porque no podemos ir al pueblo a traerlos. Pero si ese libro fuera digital, me lo habría descargado en mi lector electrónico, luego una copia en mi portátil por si las moscas, y ahí lo tengo. Viajaría conmigo junto con 400 libros más. Todo eso pesa unos gramitos. Ocupa el espacio de un corn flake de Kellog's.

Acabo de leer un artículo en The Wall Street Journal que dice lo mismo. Lo escribe un autor llamado Steven Johnson y dice que el libro electrónico cambiará nuestra forma de leer... y de escribir.

Dice que Amazon, con su Kindle, ya es un éxito imparable, y gracias a que Google está digitalizando los libros del planeta, ya hay más de 10 millones de títulos, "algunos oscuros que se perderían si no fuera por Google". Ups. O como diríamos en español, ¡vaya!

Y añade: "El resultado es que 2009 puede ser el año más importante para los libros desde que Gutenberg imprimió la Biblia". Y todo porque esa digitalización nos va a hacer posible buscar millones de libros y hará más fácil el hecho de encontrarlos, dice. "Las ideas van a proliferar, la innovación florecerá, justo como lo hizo hace siglos después de Gutenberg".

Me parece una aproximación curiosa... quizá brillante.

Y dice: "Dado que la tienda de libros electrónicos te persigue allá donde vayas, es más fácil tenerlos a mano. No hace falta que pases por delante de una tienda de libros para acordarte que tienes que comprarlo, pues te lo bajas del Kindle y ya está".

Mmmmm... es verdad, pienso yo, pues me acabo de bajar una canción con enorme facilidad, y por el mismo tiempo y esfuerzo podría bajarme un libro si ese servicio existiera en España.

Pero añade: Antes, un libro de papel se leía aislándote de todo, pero eso cambiará con los lectores electrónicos pues al tener la posibilidad de conectar con blogs, con tu e mail, periódicos, etc, saltarás de un sitio a otro con mucha facilidad, y no te concentrarás en en libro (es una traducción libre y rápida). Por eso modificará nuestra forma de leer.

Y aquí viene lo interesante: dice que todas esas búsquedas y manipulaciones, todos los comentarios de los lectores y sus preferencias, harán que cambie la forma de escribir de los novelistas pues crearán párrafos con tags para que los localicen los robots de Google y los indexen como las páginas más vistas, igual que hace ahora con periódicos, blogs y lo que se haya colgado de la red.

Es decir, que los autores ya no crearán párrafos puramente salidos de su creación artística, sino que emplazarán párrafos estratégicos para aparecer en las búsquedas de internet.

En fin, no sé si se le ha ido la olla a Steven Johnson, pero en los albores del libro electrónico, quizá este sea uno de los primeros artículos visionarios. Ya tenemos tema para pensar este fin de semana.

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