martes, 2 de junio de 2009

Es la entradilla, ¡estúpidos!

Hay personas que entran en las librerías a escudriñar el primer párafo de las novelas. Creen que ahí está la esencia de la buena literatura. Un buen arranque es casi sinónimo de lo que viene después. Incluso se han hecho recopilaciones de primeros párrafos de novelas inmortales: "En un lugar de La Mancha...."; "Era el peor de los tiempos, era el mejor de los tiempos"; "Aquella mañana, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía habría de recordar....".

Me gusta leer buenos primeros párrafos y hoy he encontrado uno en El País escrito por Walter Oppenheimer y Mábel Galaz. Lean esto:

"En la mañana del sábado 11 de abril de 2009, Susan Boyle era una mujer de mediana edad, sobrada de peso y falta de cultura, bastante fea para los cánones modernos de belleza, que vivía recluida con su gato en un pueblo del sur de Escocia. Esa misma noche seguía siendo todo eso y, además, famosa. Muy famosa. De la mano de la televisión primero y de Internet después, su fama saltó todo tipo de fronteras y se convirtió en un fenómeno global. En una semana, más de 20 millones de personas habían visto en YouTube su angélica interpretación de He soñado un sueño, uno de los temas centrales del famoso musical Los Miserables. Su éxito en la Red batió momentos cumbre de la historia del planeta, como la toma de posesión de Barack Obama, el hombre que acabó con el monopolio blanco en la presidencia de Estados Unidos".

Es sobre la cantante escocesa que hoy está internada en un hospital debido a un trastorno de ansiedad. Es un reportaje largo, de los de antes, de dos páginas, donde se hace un recuento de las personas que alcanzaron la fama y se les indigestó. Muy bueno. Lo mejor de todo es "Esa misma noche seguía siendo todo eso y, además, famosa. Muy famosa".

Hay que aprender de los mejores.

1 comentario:

Eulalia Sacristán dijo...

Sin duda: hay que aprender de los mejores y rodearse de ellos, si es posible.