sábado, 19 de diciembre de 2009

Sigo sin entender a las televisiones: ¿por qué demonios los taxistas están en huelga?


Creo que existe un lenguaje esotérico y cabalístico en los canales de televisión que no entiendo y por eso no logro descifrar sus noticias.

De nuevo, me quedo a oscuras cuando veo la noticia de la huelga de taxis de Madrid. Los taxistas aparecen en los informativos diciendo que no desean la ley Omnibús, hacen huelga, forman piquetes, paralizan la circulación y.... nada más.

¿Alguien quiere explicarnos qué hay de enfermo en la ley Omnibús para enfadar a los taxistas?
Ni un canal de televisión ha sido capaz de explicar que esa ley, en su artículo 21, permite que compañías privadas puedan poner servicios de taxis y competir con los taxistas, sin necesidad de tener licencia.

Pero hay que explicar más cosas. Esas compañías no tienen chirimbolos de taxistas en el techo de modo que no se les verá por la calle sino que ofrecerán sus servicios a particulares en domicilio o a empresas. ¿Y entonces por qué los taxistas tienen que pagar por tener una licencia de taxi? ¿Les va a devolver el dinero el ayuntamiento?

Es que los telediarios no nos han explicado que los taxis de proximidad, los taxis de siempre seguirán siendo los dueños de las calles. Lo que cambia es el servicio contratado por particulares o empresas. Por ejemplo, si una empresa tiene muchos viajes al aeropuerto, pueden contratar a una compañía privada que se ocupe de llevar y traer a los ejecutivos con una tarifa especial. ¿Pueden hacer esto los taxistas? Bueno, si igualan los precios de esa empresa, pueden hacerlo. O si quieren pueden crear una empresa privada que realice esos servicios. Es un mercado abierto.

Pero nada de esto lo he encontrado en las televisiones. Yo, periodista, me he ocupado de saberlo después de rastrear mucho. Pero no por los informativos.

La información de las televisiones es cabalística. Hay que desencriptarla como hacían los cabalistas con la Biblia: asignaban números a las letras y letras a los números y así escuchaban un mensaje oculto de Dios.

Debe ser eso.

martes, 8 de diciembre de 2009

Los informativos no pasan la prueba del náufrago


Imagen: Aminatu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote, en Canarias. El locutor dice que lleva más de 20 días en huelga de hambre. Añade que el juez ordena que se le suministre comida. La acompañan un montón de actores. Los hijos de esta saharahui piden que vuelva. El ministro de Fomento comenta que no se puede permitir esa situación.

Muy bien chicos: ¿le importaría a algún periodista de la tele decirnos qué diablos hace Aminatu Haidar en un aeropuerto? ¿Por qué protesta? ¿Por qué está en huelga de hambre? ¿Por qué no puede volver a su tierra?

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Esa era una de las W que teníamos que responder cuando nos hiciéramos periodistas, ¿no? Pues no se han aprendido la lección los de la tele, o aquel día hicieron pellas porque a nadie, absolutamente nadie, en TV parece que le importa contarnos POR QUÉ PASAN LAS COSAS.

Yo lo llamo la prueba de náufrago: si un náufrago recibe un periódico en una botella después de muchos meses en soledad, y si entiende todo el periódico, es que esos periodistas se preocuparon en explicarle el por qué de los hechos en todas las noticias. Lo mismo si le dejasen caer una tele desde el aire y al conectar los informativos, nuestro náufrago entendiera todo sin necesidad de acudir a Wikipedia.

Aquí hay que hacer un esfuerzo de imaginación o entrar en Google para saber que Aminatu Haidar es una militante saharahui, que quiere la liberación de su tierra, que no reconoce la ciudadanía marroquí, que cuando volvía de un viaje a Nueva York, aterrizó en El Aaiún y en el documento de entrada escribió que su nacionalidad era saharahui, que los policías se enfadaron y le dijeron que de eso nada, que no había tal nacionalidad y entonces la empaquetaron a España quitándole el pasaporte marroquí, que entró en España sin documentación, y que España la dejó entrar porque era militante política, que Marruecos le dice que la dejará volver si pide perdón al rey, que el Sahara fue territorio español (el Sahara español) y ahora es marroquí (desde 1975), y que los saharauis no se consideran marroquíes, que la ONU lleva años detrás de un supuesto referéndum para que los saharahuis decidan si son de aquí, de allá o del más allá, que los saharauis hablan español porque se sienten más cercanos a España que a Marruecos...

Bueno, no pido que se digan tantas cosas porque en la tele hay que informar mucho con poco, como las aspirinas, pero por lo menos explicar el primer por qué: Haidar está en huelga de hambre porque quiere volver a su tierra pero no va a pedir perdón al rey de Marruecos porque ella no es de Marruecos, sino saharahui.

Nada. Ni eso.

Viva Wikipedia.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Manual para escritores dementes

Si empiezas tu artículo con un adverbio terminado en "mente" ya no hace falta que sigas: te has retratado como un demente.

Leo una crítica de libros. Empieza así: "Inicialmente, había escrito un artículo distinto para esta sección...".

Es de un novelista. Seguro que buena persona. Pero empezar así un artículo, con un adverbio terminado en 'mente', es un error porque ya estás diciendo al lector el estilo que has escogido: el diletantismo. Vas a perorar. To show off: fardar.

No me equivoqué. Dice: "Los dialogantes olvidan en el calor de la esgrima verbal que hay personas que escuchan, acaso movidas por la esperanza de que se les diga algo de provecho, sinceramente sentido y meditado, y no nacido en el temperamento, allí donde la maquinaria razonable del cerebro delega en el estómago o en cualquier otra víscera ingobernable la tarea de pensar".

Supongo que quiso decir: "En los debates, la gente espera razones no emociones". Hemingway habría muerto de infarto si le hubieran obligado a escribir con aquel estilo pomposo.

Sólo algunos escritores con gran cultura poética pueden componer verso en prosa como García Márquez. El resto que se vaya a fundir palabras a Arcelor-Mittal.

También dice: "...se escoraba hacia un flanco". Escorar es un término marítimo que significa inclinarse de costado. Siempre te escoras hacia un flanco. Basta con decir escorar.

Más adelante, encuentro palabras tan populares como "circunstantes", "palmariamente", o antigüedades como "huelga decir". ¿Huelga decir? Eso es como escribir vejestorios como "a fuer de", "no en vano" u "otrosí digo". ¿Qué es esto, una crítica moderna o La Celestina?

Cuando era jovencito ocultaba mi ignorancia abriendo el diccionario para robar palabras que nunca había usado como "coruscante" , "almadraba" o "glosopeda". Era un inocente.

La verborrea es inversamente proporcional a tu destreza.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Lo último en periodismo: un algoritmo será nuestro redactor-jefe

AOL (América On Line) ha anunciado lo siguiente: creará un algoritmo para que busque los temas más leídos y solicitados en internet, y además, los asigne a periodistas free lance.

En cristiano: un programa informático rastrea la web mundial, detecta que los internautas están buscando información sobre cáncer de pecho, secuestros en Mauritania o sexo en Bali, e inmediatamente, un montón de periodistas free lance que trabajan para AOL reciben un mail que dice: Esta semana debes escribir sobre cáncer de pecho, secuestros en Mauritania y sexo en Bali.

Es decir, la máquina será el redactor-jefe. O sea, el algoritmo. ¿Qué es un algoritmo? Una fórmula matemática que repite un método como cuando uno tiene que programar un despertador. En algoritmos están basados los programas de los ordenadores. Se ponen en marcha cuando los encienden.

Y ahora, un poco de análisis. Más o menos eso sucedía ahora con humanos: un redactor-jefe hablaba con los periodistas y les decía: he visto en la prensa que hay mucha preocupación por el cáncer de pecho, ¿puedes escribir una pieza? Y el periodista se ponía a escribir. A veces, la propuesta venía del periodista, que se pasaba la mañana rastreando la web y de repente encontraba "la historia del día".

Ahora será el algoritmo quien dicte esas instrucciones.
No sé si será mejor o peor. No sé si es más humano o inhumano. Pero parece un método rápido y universal de detectar intereses (lo que más pinchan los lectores) y para estar preparado para colmarles de satisfacción.

Una vez recibidos los reportajes, un equipo de editores se encargará de dar brillo a esos textos, y colgarlos de la web de AOL.

El invento no se queda ahí pues el mismo algoritmo detectará anunciantes interesados en poner fármacos contra cáncer de pecho, viajes seguros o preservativos, de modo que junto con la info, aparecerán los anunciantes relacionados.

¿Terrible o terríficamente ingenioso? Estoy tan aturdido que me sentaré a pensar.

sábado, 28 de noviembre de 2009

¿Quién dijo que un reportaje no puede oler?

¿Por qué no? Los reportajes pueden oler.

Hace muchos años, un novelista llamado Patrick Suskind demostró lo que parecía indemostrable: que mientras uno leyera una novela, se pudieran oler un montón de asquerosidades o perfumes.

La novela se tituló "El perfume" y todos los que la han leído afirman que mientras la leían sintieron esos olores.

Bien. Transcribo uno de los párrafos de Suskind:

"En la época que nos ocupa, reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata; los cocinas a col podrida y grasa de carnero; los aposentos sin ventilación apestaban a polvo enmohecido; los dormitorios, a sábanas grasientas, a edredones húmedos y al penetrante olor dulzón de los orinales. Las chimeneas apestaban a azufre; las curtidurías, a lejías cáusticas; los mataderos a sanre coagulada. Hombres y mujeres apestaban a sudor y a ropa sucia; en sus bocas apestaban los dientes infectados, los alientos olían a cebolla y los cuerpos, cuando ya no eran jóvenes, a queso rancio, a leche agria y a tumores malignos. Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual en los puentes y en los palacios. El campesino apestaba como el clérigo; el oficial de artesano, como la esposa del maestro; apestaba la nobleza entera como un animal carnicero y la reina como una cabra vieja, tanto en verano como en invierno, porque en el siglo XVIII aún no se había atajado la actividad corrosiva de las bacterias y por sonsiguiente no había ninguna acciçon humana, ni creadora ni destructora, ninguna manifestación de vida incipiente o en decadencia que no fuera acompañada de algún hedor".

Si Suskind lo hizo con su novela, ¿por qué no lo pueden hacer los reporteros?

(El texto está sacado de la edición de Seix Barral, de 1988 traducida por Pilar Giralt).

viernes, 20 de noviembre de 2009

Cómo usar la máquina del tiempo

Leed esto:

"Fusilaron a los seis ministros del gabinete..."

¿Quiénes? ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Dónde?

Ahora leed esto:

"Fusilaron a los seis ministros del gabinete a las seis y media de la mañana luego de alinearlos contra la pared del hospital"

Esto podríamos bautizarlo como "inversión temporal". Las cosas suceden de atrás hacia adelante, pues se empieza el texto por el final de una escena: han fusilado a seis hombres. Es como tomar la máquina del tiempo e ir al pasado.

Aquí os he hablado en otra ocasión de la inversión de frases, es decir, de poner el final al principio, pero en esta ocasión, esta técnica añade la del relato al revés.

Ventajas: siembras en el lector una serie de dudas, y las vas despejando poco a poco. El lector adquiere interés en leer el reportaje o la información (vale en los dos casos).

¿Qué pasaría si lo escribiéramos en orden temporal? Pues esto:

"A las seis y media de la mañana, los seis ministros fueron alineados en la pared para fusilarlos".

No está mal, pero este comienzo es más soso. Demasiado formal.

El texto que he escogido procede de un cuento de Hemingway. Este es el párrafo completo:

"Fusilaron a los seis ministros del gabinete a las seis y media de la mañana luego de alinearlos contra la pared del hospital. Había charcos de agua en el patio y hojas muertas y húmedas sobre las losas. Llovía con fuerza. Todas las persianas del hospital había sido claveteadas. Uno de los ministros estaba enfermo con tifoidea. Dos soldados lo bajaron por las escaleras y lo sacaron a la lluvia. Trataron se sostenerlo contra la pared, pero él se sentó sobre una poza. Los otros cinco estaban en silencio, parados contra la pared. Finalmente el oficial dijo a los soldados que no valía la pena tratar de que se levantara. Cuando dispararon la primera ráfaga, estaba sentado en el agua con la cabeza sobre las rodillas".

Como veis, en este párrafo describe qué pasó a cada instante, pero luego de haber creado en el lector la sorpresa por un fusilamiento. Si Hemingway hubiera empezado con este último párrafo, no habría logrado el efecto sorpresa (desagradable) que logró invirtiendo el tiempo narrativo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Para qué los idiomas si está Google Translate?

Hace unos post, dije que las gafas traductoras que se han inventado en Japón pueden ser uno de los grandes inventos del siglo XXI. Gran invento porque permitiría la verdadera comunicación global: olvídense de la globalización como se entendía hasta ahora. Estaba bien, pero contenía mucho ruido y a veces era imposible comunicarse con una persona de otro país.

Y ahora llega un servicio de Google Translate que traduce los textos mientras los escribes. Tiene las lenguas más importantes del mundo. Quizá, como las gafas, sea ahora algo torpe y lento, lleno de errores, pero hay que darse cuenta de una cosa: la tecnología que triunfa es la que resuelve un gran problema, o la que satisface un gran deseo. Los móviles llegaron a la cima rápidamente porque todos tenemos necesidad de comunicarnos todo el tiempo, en todas las circunstancias.

¿Y por qué no iba a existir esa necesidad en el papel? ¿O es que todos sabemos inglés y alemán perfectamente? Imaginemos un texto que sea traducido inmediatamente al chino y que nos permita hacer negocio con esos señores tan trabajadores (y tan copiones). Esa es la clave.

Hice la prueba y escribí esto:
"Esta es una prueba para saber si es posible traducir con facilidad del español al alemán"

Y me salió esto:
"Dies ist ein Test, um zu sehen, wenn Sie leicht aus dem Spanischen ins Deutsche zu übersetzen".

No es que mi alemán sea magnífico pero creo que lo que ha salido es casi perfecto.

Os dejo aquí el link del artículo que salió en El País.

Vale la pena pensar en ello.