martes, 5 de abril de 2011

Las buenas historias se volverán a contar a lo grande gracias a las tabletas

Tuve una conversación con el periodista Miguel Angel Uriondo (Actualidad Económica) hace meses. De repente, sacó su tableta, una Samsung, la manipuló y dijo: "Creo que vamos a tener que escribir para esto, y encima hacerlo en un lenguaje nuevo".

Yo pensaba lo mismo.

Las tabletas se extenderán como un medio más de lectura de periódicos, pero llegará un momento en que modificarán la forma de escribir periódicos digitales.

Porque estamos hablando de dos cosas que se pueden hacer con las tabletas: la primera, navegar por un periódico como lo hacemos con el portátil o el PC; la segunda, leer artículos como si fueran libros o revistas, pasando las páginas deslizando el dedo. Una lectura más natural.

Pongo un ejemplo.

Es más fácil leer The Economist en una tableta que leerlo en un PC e incluso que leerlo en papel. Haced la prueba: os descargáis la versión para el iPad, por ejemplo, y os tumbáis en el salón. Ni siquiera hace falta deslizar el dedo: basta tocar la pantalla con la yema para pasar página.

Si eso es más cómodo, ¿por qué no escribir artículos para el Ipad, para las tabletas? Incluso, volveríamos a ver artículos largos. Es casi una contradicción con lo que dije en este blog hace semanas, donde animaba a escribir artículos cortos con frases cortas.

Pero claro, me refería a navegar.

Las tabletas cambian ese prejuicio porque, gracias a una aplicación, permiten leer "pasando página".

La idea de escribir especialmente para tabletas me estaba dando vueltas desde hace tiempo. Ahora he comprobado que un grupo de periodistas norteamericanos ha puesto en marcha algo que resuelve el enigma. Miguel Fernández, fotógrafo mexicano de Lainformación.com, me envió este enlace. Se trata de The Atavist, un portal que reivindica los artículos largos, especialmente concebidos para el iPad.



"Una buena historia bien contada". Ese es uno de sus lemas. Porque hay historias que merecen ser contadas sin cortes.

Lo que pasa con el periodismo digital es que para ser leído, necesita resumir, cortar, extractar, meter en pastillas... En caso contrario, el lector no presta atención o se extravía.

Pero con las tabletas, es decir, gracias a cosas como el iPad, se puede volver a las leer buenas historias escritas por buenos periodistas. "Más largas que un artículo, más cortas que un libro", dicen en The Atavist.

Lo he probado: me descargué una historia (la demo), y descubrí que además podía escucharse. Era una delicia escuchar ese largo reportaje. Claro, delicia de fin de semana.

Pero me pareció muy cara cada una de esas historias: por muy larga que sea, 2,39 dólares por una historia o un reportaje es casi lo que uno pagaría por un periódico de fin de semana. Pero me encantó leer/escuchar esa historia como si fuera una novela corta, pasando las páginas a la vieja usanza.

Creo que el futuro también va por ahí. O parte del futuro.
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