sábado, 17 de septiembre de 2011

¿Está surgiendo un nuevo periodismo anónimo rebelde y con tintes revolucionarios?

Un grupo de desconocidos creó en 2009 el blog financiero Zero Hedge. Bajo el seudónimo de Tyler Durden varios especialistas escriben de forma provocadora o reveladora sobre Goldman Sachs, los manejos de la Bolsa, los métodos de trading o la deuda mundial.

Hace poco, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos les acusó de estar a punto de arruinar a su país pues el blog dijo que Grecia iba a suspender pagos, a quebrar.

No sé qué grado de influencia verdadera tiene Tyler Durden y sus secuaces en el mundo de las finanzas, pero no son unos novatos, manejan información de primera mano, y aunque a veces son muy catastrofistas y marginales, saben de lo que hablan. Y los expertos del mundo entero, desde banqueros a brokers, piensan lo mismo.

¿Son periodistas quienes escriben este blog? A juzgar por su manifiesto creo que sí. 

-Ampliar el alcance de la información financiera, económica y política a disposición del público profesional de la inversión.
-Examinar con escepticismo al periodismo financiero, convertido en una flácida institución, y, en su caso, atacarlo. 
-Liberar el conocimiento oprimido.
-Proporcionar análisis independientes de las fuerzas políticas.
-Facilitar la búsqueda incesante de información en favor de la libertad.

Solo un grupo de periodistas puede escribir un manifiesto contra el periodismo financiero al que acusan de haberse convertido en una institución flácida y al que no dudan en atacar si es necesario.

En el manifiesto explican que se escudan en el anonimato para escribir con libertad, y que en la historia de EEUU ha habido muchos personajes eminentes que se han escondido en seudónimos para criticar a la sociedad, a la política o a los poderosos. Mark Twain, Alexander Hamilton, James Madison y John Jay.

Dicen: "El anonimato es el escudo contra la tiranía de las masas". Exhiben la Primera Enmienda de la Constitución Americana para decir que con ella (la Libertad de Expresión) se protegen las ideas de aquellos individuos que pueden resultar molestos para una sociedad intolerante.

Esto me ha hecho pensar si el anonimato es la nueva forma de rebelión.

El activismo anónimo no es nuevo, pero ¿a esta escala? ¿Con esta influencia? Y sobre todo, ¿en una sociedad abierta?

Antiguamente, el activismo periodístico no tenía medios de darse a conocer salvo panfletos y opúsculos, que podían ser localizados y destruidos, pero ahora, con la tecnología e internet, puede estar en todas partes y actuar en cualquier esquina, entrar y salir, obtener información y sacudir al mundo.

Al menos eso es lo que demostró Anonymous, la red de ciberactivistas que tumban webs de la policía, del gobierno de cualquier país, de ministerios, de tarjetas de crédito, de bancos...

Es lo que mismo que ha hecho Wikileaks. Assange es su cara conocida, pero detrás de esta organización hay muchos periodistas y ciberactivistas. Tienen un conocimiento altísimo de la tecnología y de las redes informáticas. Son anónimos. Garantizan asimismo el anonimato de sus fuentes. Es el nuevo periodismo: anónimo, pero con una potencia desconocida y hasta destructiva gracias a Internet, la red mundial.

La pregunta es: ¿por qué surge en una sociedad libre? ¿Se debe a que no es realmente libre? ¿Acaso han sido castigados los responsables del desastre financiero de 2008? ¿Han pagado su parte de culpa?

Y lo peor: ¿es que los periodistas no saben investigar? ¿O son sus jefes quienes no quieren que investiguen? Si uno vuelve los ojos la prensa financiera española se encuentra con que se ha convertido en el boletín de las notas de prensa de los directores de comunicación de las empresas y bancos españoles.

¿Qué pasaría si un grupo de periodistas decidiera un día rebelarse contra las crónicas publicitarias y publicar la verdadera situación de los bancos y cajas españoles, por ejemplo?

No me extrañaría que, hartos de este periodismo de cajón (porque los jefes les obligan a guardar las crónicas molestas en el cajón) se convirtieran en una especie de Tyler Durden contra el chalaneo de la información financiera. Porque al final, los que se benefician de la información confidencial son unos pocos. Pero el modesto inversor o el ahorrador es el que paga el pato.

Por cierto, Tyler Durden es un personaje de un libro de Chuk Palaniuk llamado "El Club de la Lucha". Este chico, protagonizado en una película del mismo nombre por Brad Pitt organiza un club de luchadores que recoge marginados por las calles. Y al final, ¿contra quién se rebelan de verdad? Contra el sistema financiero haciendo volar edificios que contienen información y registros de tarjetas de créditos y... deudas.

1 comentario:

El Profesional dijo...

Esta mañana, a raíz de la información sobre el posible control de la información en rtve, pensaba, 'eso mismo sucede en todos los medios'. ¿LLegará un día en el que el periodismo deje de ser negocio? ¿Podría un medio dar de comer a sus trabajadores haciendo periodismo?