viernes, 27 de mayo de 2011

Si encuentras agujeros, rellénalos con 'esto significa que...': bienvenidos al periodismo político

Los periodistas económicos estamos acostumbrados a opinar con el apoyo de memorias, informes, datos del INE o de cualquier fuente fiable. Y comprobable.
Nos podemos equivocar pero siempre tratamos de acudir a bancos de datos que pueden verificar si nos equivocamos.
¿Son fiables esos bancos de datos?
Los hechos han demostrado que no del todo: las agencias de rating se han equivocado, los auditores se equivocan, los analistas yerran y hasta los informes del FMI la pifian.
Pero es lo que hay y por lo menos podemos hacer deducciones contrastables.
Pero el periodismo político deduce sus conclusiones de algo muy parecido a la cábala. ¿Sus fuentes? "el entorno de un partido", "un cargo destacado", "fuentes vinculadas con alguien"...
Estos días he estado leyendo las interpretaciones de los analistas políticos sobre el volcán que ha estallado en el Partido Socialista. Unos dicen que Rubalcaba está detrás de la maniobra contra el propio presidente de Gobierno. Otra que unos barones del partido se están moviendo para renovar al PSOE después de su mayor batacazo histórico. Y los hay que piensan que cuando Carme Chacón, la ministra de Defensa, rechazó presentarse a las primarias se debe a que la están reservando para la contienda electoral de 2016, o que no se presenta porque al ser catalana, tiene menos posibilidades que si fuera vasca.
No lo sé. En serio que no lo sé.
Puede ser que acierten algunos. Pero lo que no entiendo es la cantidad de cábalas que se han hecho sin aportar pruebas fehacientes como "una grabación obtenida subrepticiamente confirma que Rubalcaba dijo...", o "el acta de tal reunión confirma que ZP dijo lo otro".
No.
Lo que encuentro es un montón de espacios vacíos que los periodistas políticos rellenan con la vieja manía de "esto significa que...".
Es decir, que unen el hilo roto de dos confidencias con "si A es igual a B, y B es igual C, entonces, A es C".
Puede ser. No digo que no. Pero acostumbrado a que las cosas no solo se deben interpretar sino probar, me quedo atónito tras leer tantas columnas de opinión donde solo falta, como en esas novelas históricas de hoy, que digan: "Y la reina Isabel le dijo a Fernando de Aragón: "Plugo a Dios que conquiste América".
¿En serio? ¿Estuvo usted allí?
Muchas de las informaciones políticas están basadas en soplos. Los soplos pueden ser verdaderos pero también, como suele suceder, son bastante interesados. Se puede intoxicar fácilmente a un periodista político con un telefonazo y sin ningún papel o documento que lo demuestre.
Si algún periodista económico recibe una llamada de un empresario el cual afirma que la empresa X (su competidor) pierde dinero en lugar de ganarlo, pues el periodista tiene que acudir a registros, CNMV, o adonde sea para comprobarlo.
Pero como eso no existe en el periodismo político, cada profesional pone su punto y coma en un cuento que se convierte al final en una historia llena de sentido.
¿Y si hay agujeros? ¿Y si hay lagunas?
No pasa nada. Se rellenan con la vieja artesanía retórica de "esto significa que...". Lo importante es que tenga sentido.
Genial.
.

No hay comentarios: