viernes, 30 de julio de 2010

Las sentencias contrapuestas, un lío para la mente

Hace unos días leí un obituario escrito por el excelente divulgador científico Javier Sampedro donde usaba una frase difícil de entender para la mente humana.

Hablaba de Gerson Goldhaber, descubridor de la materia oscura del universo. Para deducir esta materia, Goldhaber investigó cómo se separaban las galaxias y cómo el universo se expandía. En el mundo de los científicos que estudian el universo, se sabe si una galaxia se aleja mediante una técnica basada en colores. Se hace una especie de espectrografía y se delimita si los colores se desplazan al rojo o al azul. Creo recordar de mis modestas lecciones de Historia de la Ciencia (sí, lo dimos en Filosofía), que el desplazamiento del espectrograma al rojo o al azul significa que la galaxia se aleja o se acerca, y más o menos se puede calcular a qué velocidad.

Un grupo de científicos propuso que el universo se expandía cada vez más lentamente. "Las supernovas de las galaxias más remotas", dice Sampedro, "se estaban alejando 'más despacio' que las de las galaxias más cercanas. Goldhaber interpretó esos resultados correctamente: implican que el universo de expandía más despacio antes que ahora. La expansión del cosmos está en aceleración, contra todo pronóstico".

Esta frase hay que leerla varias veces para entenderla. La confusión procede de dos cosas: en primer lugar, quienes conozcan un poco de cosmología, saben que las cosas que están lejos son más antiguas, de modo que si las cosas que están más cercas son más recientes y van a mayor velocidad que las antiguas, quiere decir que el universo se expande. Es como medir la velodidad de un coche en el minito uno (50 Km/hora) y en el minuto dos (100 Km/hora). Significa que el coche acelera. Las estrellas recientes están en el minuto dos.

Y en segundo lugar, la confusión procede del uso de palabras que la mente humana interpreta en sentidos opuestos. Expandirse supone amplitud. Pero si se combina con la palabra despacio, entonces, la mente no sabe si se expande o se contrae. Es como cuando se usan términos cuantitativos como "muy poco" o "demasiado pequeño". "Muy" significa más cantidad, pero "poco" justo lo contrario. Es una forma de enfatizar que confunde, igual que "demasiado" que quiere decir "más", y pequeño, que viene a decir, "menos".

"Muy" es un adverbio que denota un grado superlativo, y de ahí que la mente humana la confunda a veces con crecimiento.

Expandirse más despacio, no es contraerse, es disminuir la velocidad. Pero el universo no se contrae, ni pierde velocidad. Sampedro quiso decir eso. Quiso decir que ahora se expande a más velocidad.

En el mundo de la economía, esta aberración se pone de manifiesto cuando se habla de crecimiento negativo, que en realidad es decrecimiento. Hace poco leí en El País que la economía americana "modera con fuerza su crecimiento", lo cual introduce un término de cantidad superlativo (fuerza) y un verbo que denota disminución (modera).

De modo que una forma de explicar las cosas mejor cuando se manejan magnitudes, velocidades y tamaños consiste en acertar con la palabra: desacelerar es disminuir la velocidad, pero no ir marcha atrás. Decrecer sí es empequeñecer.El universo se acelera o desacelera. La economía americana se acelera o desacelera.

Otra forma de expresarlo mejor es usando metáforas: el universo gana velocidad, o va adquiriendo más fuerza.

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